domingo, 3 de marzo de 2013

Obesidad en el Mundo





La nueva carga del mundo en desarrollo: la obesidad


Es una amarga ironía que conforme los países en desarrollo siguen esforzándose por reducir el hambre, algunos a la vez afrontan el problema contrario: la obesidad. La obesidad acarrea una mayor frecuencia de enfermedades crónicas, como la diabetes, enfermedades del corazón y cáncer. Y si bien algunas personas pobres están sobradas de peso, eso no significa que estén mejor alimentadas. La obesidad a menudo encubre deficiencias del consumo de vitaminas y minerales.
"Consideramos la obesidad un problema importante que necesita tratarse, a la vez que el problema de la subalimentación", explica Prakash Shetty, Jefe del Servicio de Planificación, Estimación y Evaluación de la Nutrición, de la FAO.

Apenas hace unos años era raro encontrar esta afirmación. Los expertos dudaban de llamar la atención a la obesidad, mientras había tantas vidas debilitadas por el hambre, y de un total de 815 millones de personas que padecen hambre en el mundo, 780 millones están en los países en desarrollo. Pero los alarmantes datos presentados el año pasado por el Worldwatch Institute pusieron en tela de juicio la forma tradicional de pensar: por primera vez, el número de personas sobrealimentadas en el mundo compite con la cifra de las subalimentadas. Y lo triste es que los países en desarrollo se hayan unido a las filas de los países que afrontan el problema de la obesidad.

Un estudio realizado en 1999 por las Naciones Unidas descubrió que el problema de la obesidad está presente en todas las regiones en desarrollo, aumentando aceleradamente, incluso en países donde hay hambre. En China, el número de personas sobrealimentadas pasó de menos del 10% al 15% en apenas tres años. 


En Brasil y Colombia, la cifra es de alrededor del 40%, nivel comparable con el de diversos países europeos. Incluso en el África subsahariana, donde vive la mayoría de las personas que sufren hambre, la obesidad está aumentando, sobre todo entre la población urbana femenina. En todas las regiones, la obesidad parece crecer conforme aumentan los ingresos.

Tres problemas,una solución: una buena nutrición

La obesidad en el mundo en desarrollo no es una sorpresa para la FAO: "Ya sabíamos que el mundo producía suficientes alimentos para todos -afirma Barbara Burlingame, Oficial Superior del Grupo de Estimación y Evaluación de las Repercusiones de la Nutrición, de la FAO-. Desafortunadamente, los alimentos no siempre llegan a quienes más los necesitan". El hambre es una consecuencia, la obesidad, otra.

Además, prácticamente todas las personas que padecen hambre y muchos de los que tienen sobrepeso sufren debilidad por otro tipo de malnutrición: la falta de vitaminas y minerales, conocida como deficiencia de micronutrientes.

 "Solía pensarse que si las personas obtenían suficiente energía de su alimentación, los micronutrientes vendrían por añadidura -afirma la Dra. Burlingame-. Pero las personas cada vez ingieren más alimentos de mala calidad, que llenan el estómago pero siguen dejando el organismo sin los micronutrientes necesarios".

Si bien la información sobre la obesidad en los países en desarrollo es limitada, los estudios preliminares indican que algunas de las mismas deficiencias de micronutrientes que padecen las personas subalimentadas, las sufren también los sobrealimentados. Dos de las más comunes son la anemia, por falta de hierro, y la deficiencia de vitamina A, causa frecuente de ceguera entre niños menores de cinco años de edad.

La FAO mantiene que un acertado planteamiento de la nutrición debe orientarse a la calidad así como a la cantidad. "Una de nuestras misiones más importantes es promover una alimentación diversificada, que contenga los alimentos tradicionales, por lo general bien equilibrados y muy nutritivos", explica el Dr. Shetty.

La obesidad hoy en día es considerada como un desafío sanitario (por el aumento de las comorbilidades asociadas) en los países desarrollados y en los que están en vías de desarrollo los cuales han empezado su industrialización y además están adoptando los hábitos típicos de los países de los mundos desarrollados.
En la presente monografía vamos a analizar cómo se ha  visto la obesidad desde la antigüedad hasta nuestros tiempos, indagar cómo se ha definido el concepto de obesidad desde los inicios de la humanidad hasta nuestros días.

Para esto, primero definamos qué es obesidad.

La palabra " obeso" viene del latín " obedere" . Formado de las raíces ob (sobre, o que abarca todo) y edere (comer), es decir " alguien que se lo come todo" . El primer uso conocido de esta palabra fue en 1651 en lengua inglesa, en un libro de medicina noha biggs (Biggs, Noha (fl. 1651), medical practitioner and social reformer)
Con respecto al concepto actual de obesidad existen muchas definiciones, entre las que diremos:

La obesidad significa tener un exceso de grasa en el cuerpo, se diferencia del sobrepeso, que significa pesar demasiado. El peso puede ser resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo. Ambos términos significan que el peso de una persona es mayor de lo que se considera saludable según su estatura.  La obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que aquellas que consume.

El equilibrio entre la ingestión de calorías y las calorías que se pierden es diferente en cada persona. Entre los factores que pudieran inclinar el equilibrio se incluyen la constitución genética, el exceso de comer, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física.(1).
La obesidad se caracteriza por un exceso de grasa corporal definido como un índice de masa corporal (IMC) >29.9 k/m2; esta entidad es consecuencia de un problema de desequilibrio entre la ingesta y el gasto de energía.(2).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad como un problema de salud pública a escala mundial, definiendo el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30. Estos umbrales sirven de referencia para las evaluaciones individuales. (3).
Es el cúmulo adiposo que rebasa el biotipo normal con un sobrepeso de más del 15 % del peso de su tipo, y puede ser clasificado como: a) exógena (sobrealimentación); b) endógena (endocrino) y c) mixta (asociación de las dos variedades).(4).
A manera de resumen podríamos decir que la obesidad es un trastorno metabólico multifactorial caracterizado por un exceso de grasa corporal, especialmente de la grasa visceral, considerado hoy en día como factor de riesgo principal para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, enfermedades coronarias y en especial la diabetes, que son las que presentan actualmente mayor morbimortalidad en todo el mundo. Hay que reconocer que actualmente existe en todo el mundo una auténtica pandemia de obesidad y sobrepeso.

No seguiremos entrando en detalles con respecto a causas, epidemiología, síntomas y signos, etiología, diagnóstico diferencial, valoración, pruebas de laboratorio, tratamientos, pronósticos, etc., ya que no es la intención de esta monografía hacerlo.

No olvidemos que la obesidad  hoy en día es un grave problema de salud pública y considerada como uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de muchas enfermedades crónicas (diabetes, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres) y esto ya ha sido claramente demostrado.

La revisión de la historia de la obesidad  que se va a hacer, tiene notable interés no solo para poder valorar los aspectos sociales y culturales de la obesidad a través de la historia, sino también para poder conocer los esfuerzos de la medicina en las distintas épocas para comprender este fenómeno e intentar mejorarlo a través de diversas técnicas terapéuticas.

La prevalencia de obesidad se ha incrementado de forma alarmante en las últimas 2 décadas, tanto en el número de individuos como en el grado de obesidad que padecen, y alcanza los valores de una verdadera pandemia, siendo denominada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la "Epidemia del Siglo XXI".
La Obesidad es el trastorno nutricional más frecuente en países desarrollados.
Se estima que existen más de 1.000 millones de personas en el mundo con obesidad. En estado Unidos, el 65% de la población adulta y el 15% de los niños presenta sobrecarga ponderal, y lo que es más preocupante es que no se observa una tendencia descendente de esas cifras según los últimos estudios.
                                                Prevalencia de la obesidad en el mundo y españa

Según un informe de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, SEEDO, la prevalencia de obesidad en España es mayor que en países del norte de Europa como Suecia, Dinamarca, los países Bajos o Francia, pero menor que en Reino Unido o Estados Unidos.
Se ha estimado la prevalencia de obesidad en un 14.5% en la población de 25 a 60 años. Fue significativamente más elevada en el colectivo femenino, con un 15.75%, que en varones, con un 13.9%. El 0.5% de la población se ha clasificado como obesos mórbidos, también con mayor incidencia en el colectivo de mujeres.
En cuanto al sobrepeso, el 39% de la población padece sobrepeso, lo que supone el 45% de los varones y el 32% de las mujeres. La prevalencia de obesidad en la población española aumenta con la edad tanto en varones como mujeres, observándose las proporciones más elevadas en el grupo de edad de 55 a 60 años.

Información extraída de: http://www.fao.org
                            http://www.monografias.com
                            http://www.infonutricion.com



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